La carga del devenir histórico cae sobre mí en este momento como un abrazo...
Lejos de apremiar o de sentirse como una responsabilidad inconmensurable, la historia de mi familia, de sus orígenes revolucionarios y profundamente burgueses me significa la aceptación de la, antes inaceptable, realidad que me define, de la que me indica el camino hacia el que voy y las cosas que me merezco, ya sea por haberlas ganado en incontables batallas o por la herencia familiar, que en este viaje, una vez más, me recuerda quién soy y de dónde vengo...
Las casas de Valparaíso que desde aquí se ven pequeñas, las pequeñas personas miden de alguna forma la manera en la que se expresa esta realidad familiar... Mirando desde arriba, pero en medio de una de las ciudades más de izquierda en Chile, en medio de los pobres, pero desde el lugar más pudiente, mostrando siempre la sencillez de escribir el correo al amigo en Europa con una Mont Blanc...
La verdad es que nunca quise aceptar esto. Peleando siempre con la idea de poder ser mejor que cualquier otro, creando una falsa modestia que sólo impedía que yo viera todo lo que puedo hacer con esto...
Ahora tengo una nueva oportunidad; una vez más, Valpo es mío... Veremos lo que me enseña esta vez...
Nota al Pie: O sea ¿a quién se le ocurre que no es pequeño burgués estudiando Comunicación?
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