Volvimos a Valpo por la mañana... Yo no quería desaprovechar la luz blanca de ese día nublado...
Tuvimos un cálido recibimiento en la Plaza Echaurren, donde 2 de cada 3 personas tenían los ojos puestos en mi cámara que hubiera pagado todo su verano en la playa; salimos arrancando. Estacionamos cerca de la Sotomayor para grabar a los marinos. El fuego eterno de Arturo Pratt ardía bajo un marino aburrido de dar vueltas frente a una plaza llena de sillas que no se iban a usar: el evento del Forum se canceló por el mal tiempo. Después de un rato de pasear, y seguramente gracias a las cervezas que atinamos tomarnos para el clásico Colo Colo-Universidad de Chile -del cuál tengo prohibido declarar palabra- mi compañero de aventuras tuvo a bien encontrarse en la necesidad de usar los servicios sanitarios de una heladería que le exigió comprar algo. '¿Con este clima?' estoy segura que pensó mi compañero 'Ni cagando', a pesar de que la heladería estaba llena. Nos dijeron que en esa misma esquina había baños públicos, puestos ahí para el mismo Forum de las Culturas. Dimos vuelta en la esquina y había un par de marinos rasos tratando de quitar un letrero de "No Estacionarse" junto con un oficial. Mi compañero preguntó al oficial por la localización de los sanitarios; el oficial con una amabilidad nunca propia de un marino lo invitó a pasar a las oficinas. La verdad en ese momento yo pensé que no tendría otra oportunidad como esa. Seguramente los marinos tendrían los mejores baños de la zona, enclavada entre tugurios llenos de putas, borrachos matutinos y 'flaites' con cortaplumas dispuestos a atacar a cualquiera que no sea marino, mucho más a una 'gringa' como yo. Sonreí y el marino me invitó también. Entramos y los rasos saludaron al oficial. En un cuarto, dispuesto seguramente para ver el partido antes mencionado, estaba una enorme pantalla de televisión y en la mesa había varios completos gigantes y algunos tragos. El oficial nos condujo, por entre archivos y cuartos que seguramente en otras épocas habrán sido usados para los más atroces e impensables horrores, hasta el baño. Era cierto, el mejor baño de la zona sin duda. Me sentí tan nerviosa de estar ahí. No sólo por lo extraño y surreal de la circunstancia, sino porque al salir del baño y ponerme la crema destinada a unas cuantas marinos, decidí grabar las instalaciones. Salí haciéndome la fuerte y relajada. Estaba segura de que era completamente ilegal grabar aquello y que metería a Chile y España en conflictos internacionales innecesarios por lo que estaba haciendo. No me importó. grabé todo lo que pude, con la cámara abajo y el oficial frente a mí. Salimos del lugar y nos miramos sonriendo.
Estoy segura de que no serán las mejores imágenes en cualquier caso. Lo que será siempre más importante es que sé que esto sólo pasa en Valpo... Surrealismo puro.
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