miércoles, 10 de noviembre de 2010
Capítulo 4: De las historias surrealistas de Valpo. Parte 2: De las historias de amor enfermas con ingleses junkies.
Tratamos todo el día de encontrar un lugar donde grabar, aunque debo reconocer que antes fuimos interceptadas por un pitcher gigante que tuvimos que ingerir a regañadientes y sólo por defensa propia... Cuando llegamos al mirador nos encontramos de frente con mi estupidez: no cargué la batería. Tomamos otra chela en el único mirador que nos quedaba libre en el Cerro Alegre; otra vez los eventos del Forum llenaba Valpo de 'gringos cultos'. Comenzamos a bajar viendo los murales de esa escalera. Una de las más hermosas. Llegamos a un mural con la típica vista de Valpo: una bajada en cerro con el mar y la bahía detrás. Mi acompañante traía su cámara y me pidió una foto ahí. Ella me tomó otra, pero se encaprichó con tomar una de las 2, la verdad en 6 años que tenemos de amistad, tenemos pocas fotos juntas, sin duda por la distancia y los 5 años que llevamos sin vernos. Pasaron un par de chilenos porteños, típicos estudiantes; mi acompañante señaló que era mejor no confiar en ellos y detrás venía una pareja de lo que nosotras consideramos amigos, hablando en perfecto inglés británico; mi amiga estaba segura de que no nos robarían: eran extranjeros. Mi acompañante les pidió en español una foto y la chica dijo que si, que ella era de acá, que el extranjero era ese extraño ser, moreno y con cara de chileno, pero inglés. Nos tomó una foto y mi amiga le pidió otra, de características especiales a lo que la chica respondió con buen humor y complaciendo a mi amiga. Al terminar la foto ellas comenzaron a platicar de sus cosas y yo, como siempre interesada en conocer nueva gente, comencé a hablar con el inglés. Al poco tiempo me dí cuenta de que su acento no era el de un británico cualquiera, sino el de una persona de barrio. Me contó un poco de cómo su familia había sido de clase media baja y de cómo pasó a ser de clase baja y de cómo se había vuelto junkie: una enfermedad en los nervios lo obligó a meterse morfina y desde entonces siguió aumentando sus dosis hasta llegar a la heroína. Al parecer el sujeto había tratado de escapar recorriendo un poco el mundo y a sus casi 40 años conocía Valpo desde los 90's. Para entonces me había interesado lo suficiente para hablar un rato más con él y mi amiga estaba ya bien entrada en la plática con la chilena, que desde la escalinata, me miraba con desconfianza. Parece que ambos se metían mucho speed y estaban a punto de encontrarse con su dealer de confianza. En un momento determinado y por algo que dije el sujeto me dijo que estaba 'teniendo un crush' conmigo. Nunca entendí, pero parecía nervioso y llamaba a la que, en ese momento descubrimos como su pareja. La chica le contó en ese momento que ambos se conocieron 12 años atrás en un bar de Valpo. Ella destrozada por un matrimonio fallido y violento había entrado en un bar. Él cantaba allí y en el momento en el que él la vio, dejó el micrófono y bajo del escenario para conquistarla.Habían estado juntos intermitentemente entre los viajes de él a Chile, intenet y muchas drogas, por 12 años ya. Cuando él le dijo de su crush conmigo -que por lo demás me pareció una fantasía de junkie- la chica lo golpeó y después de decirnos que era un conchesumare decidió llevárselo casi a tumbos por la escalera. Los oímos abajo gritando; yo me asomé para ver al sujeto en una esquina, la chica golpeándolo y diciendo que él era suyo, que era suyo para siempre. Se gritaron un poco más y después desaparecieron en las calles del Plan, sin duda, buscando a su dealer. Mi amiga y yo nos quedamos ahí, entre riendo y pensando en lo extraño de la situación. '¿Cómo se llama esto?' le dije, 'Se llama Valpo po'h weón' me contestó. Surrealismo puro.
Capítulo 4: De las historias surrealistas de Valpo. Parte 1: Cómo querer a un marino en 5 minutos.
Volvimos a Valpo por la mañana... Yo no quería desaprovechar la luz blanca de ese día nublado...
Tuvimos un cálido recibimiento en la Plaza Echaurren, donde 2 de cada 3 personas tenían los ojos puestos en mi cámara que hubiera pagado todo su verano en la playa; salimos arrancando. Estacionamos cerca de la Sotomayor para grabar a los marinos. El fuego eterno de Arturo Pratt ardía bajo un marino aburrido de dar vueltas frente a una plaza llena de sillas que no se iban a usar: el evento del Forum se canceló por el mal tiempo. Después de un rato de pasear, y seguramente gracias a las cervezas que atinamos tomarnos para el clásico Colo Colo-Universidad de Chile -del cuál tengo prohibido declarar palabra- mi compañero de aventuras tuvo a bien encontrarse en la necesidad de usar los servicios sanitarios de una heladería que le exigió comprar algo. '¿Con este clima?' estoy segura que pensó mi compañero 'Ni cagando', a pesar de que la heladería estaba llena. Nos dijeron que en esa misma esquina había baños públicos, puestos ahí para el mismo Forum de las Culturas. Dimos vuelta en la esquina y había un par de marinos rasos tratando de quitar un letrero de "No Estacionarse" junto con un oficial. Mi compañero preguntó al oficial por la localización de los sanitarios; el oficial con una amabilidad nunca propia de un marino lo invitó a pasar a las oficinas. La verdad en ese momento yo pensé que no tendría otra oportunidad como esa. Seguramente los marinos tendrían los mejores baños de la zona, enclavada entre tugurios llenos de putas, borrachos matutinos y 'flaites' con cortaplumas dispuestos a atacar a cualquiera que no sea marino, mucho más a una 'gringa' como yo. Sonreí y el marino me invitó también. Entramos y los rasos saludaron al oficial. En un cuarto, dispuesto seguramente para ver el partido antes mencionado, estaba una enorme pantalla de televisión y en la mesa había varios completos gigantes y algunos tragos. El oficial nos condujo, por entre archivos y cuartos que seguramente en otras épocas habrán sido usados para los más atroces e impensables horrores, hasta el baño. Era cierto, el mejor baño de la zona sin duda. Me sentí tan nerviosa de estar ahí. No sólo por lo extraño y surreal de la circunstancia, sino porque al salir del baño y ponerme la crema destinada a unas cuantas marinos, decidí grabar las instalaciones. Salí haciéndome la fuerte y relajada. Estaba segura de que era completamente ilegal grabar aquello y que metería a Chile y España en conflictos internacionales innecesarios por lo que estaba haciendo. No me importó. grabé todo lo que pude, con la cámara abajo y el oficial frente a mí. Salimos del lugar y nos miramos sonriendo.
Estoy segura de que no serán las mejores imágenes en cualquier caso. Lo que será siempre más importante es que sé que esto sólo pasa en Valpo... Surrealismo puro.
Tuvimos un cálido recibimiento en la Plaza Echaurren, donde 2 de cada 3 personas tenían los ojos puestos en mi cámara que hubiera pagado todo su verano en la playa; salimos arrancando. Estacionamos cerca de la Sotomayor para grabar a los marinos. El fuego eterno de Arturo Pratt ardía bajo un marino aburrido de dar vueltas frente a una plaza llena de sillas que no se iban a usar: el evento del Forum se canceló por el mal tiempo. Después de un rato de pasear, y seguramente gracias a las cervezas que atinamos tomarnos para el clásico Colo Colo-Universidad de Chile -del cuál tengo prohibido declarar palabra- mi compañero de aventuras tuvo a bien encontrarse en la necesidad de usar los servicios sanitarios de una heladería que le exigió comprar algo. '¿Con este clima?' estoy segura que pensó mi compañero 'Ni cagando', a pesar de que la heladería estaba llena. Nos dijeron que en esa misma esquina había baños públicos, puestos ahí para el mismo Forum de las Culturas. Dimos vuelta en la esquina y había un par de marinos rasos tratando de quitar un letrero de "No Estacionarse" junto con un oficial. Mi compañero preguntó al oficial por la localización de los sanitarios; el oficial con una amabilidad nunca propia de un marino lo invitó a pasar a las oficinas. La verdad en ese momento yo pensé que no tendría otra oportunidad como esa. Seguramente los marinos tendrían los mejores baños de la zona, enclavada entre tugurios llenos de putas, borrachos matutinos y 'flaites' con cortaplumas dispuestos a atacar a cualquiera que no sea marino, mucho más a una 'gringa' como yo. Sonreí y el marino me invitó también. Entramos y los rasos saludaron al oficial. En un cuarto, dispuesto seguramente para ver el partido antes mencionado, estaba una enorme pantalla de televisión y en la mesa había varios completos gigantes y algunos tragos. El oficial nos condujo, por entre archivos y cuartos que seguramente en otras épocas habrán sido usados para los más atroces e impensables horrores, hasta el baño. Era cierto, el mejor baño de la zona sin duda. Me sentí tan nerviosa de estar ahí. No sólo por lo extraño y surreal de la circunstancia, sino porque al salir del baño y ponerme la crema destinada a unas cuantas marinos, decidí grabar las instalaciones. Salí haciéndome la fuerte y relajada. Estaba segura de que era completamente ilegal grabar aquello y que metería a Chile y España en conflictos internacionales innecesarios por lo que estaba haciendo. No me importó. grabé todo lo que pude, con la cámara abajo y el oficial frente a mí. Salimos del lugar y nos miramos sonriendo.
Estoy segura de que no serán las mejores imágenes en cualquier caso. Lo que será siempre más importante es que sé que esto sólo pasa en Valpo... Surrealismo puro.
Capítulo 3c: De Valpo en sí...
Recuperado del viernes 5 de noviembre, 2 a.m., después de un asado:
Weón, ahi la caché. NO es una cosa que venga de afuera, ni de las calles ni de las casas, ni del olor ni de los colores. Viene de dentro. Valpo crece dentro de uno, como una pústula en el corazón, que encuentra acá una cosa que no existe en ni un otro lado. Encuentra lo que uno es, para lo que uno vive. El sentido y la razón en el sinrazón. El amor y la pasión para la decadencia... Eso está dentro de unos pocos, que somos los pocos que nos encontramos en Valpo.... Hay uno en cada esquina, uno en cada pedazo de puerto. Y estos que somos, hacemos también a Valpo en sus pequeños pedazos... Creo que por eso las casa de Valpo aún no se caen, porque aún habemos algunos locos, que entendemos la sinrazón de este puerto y que lo amamos tan de adentro, que seguimos acá, sin plata y sin razón. Así con el loco del coleto 6 que sigue subiendo sin sentido, sin plata y por puro amor a la wea... Entendí esta noche que sin duda está dentro. Viene de adentro y se te queda pa siempre....
Weón, ahi la caché. NO es una cosa que venga de afuera, ni de las calles ni de las casas, ni del olor ni de los colores. Viene de dentro. Valpo crece dentro de uno, como una pústula en el corazón, que encuentra acá una cosa que no existe en ni un otro lado. Encuentra lo que uno es, para lo que uno vive. El sentido y la razón en el sinrazón. El amor y la pasión para la decadencia... Eso está dentro de unos pocos, que somos los pocos que nos encontramos en Valpo.... Hay uno en cada esquina, uno en cada pedazo de puerto. Y estos que somos, hacemos también a Valpo en sus pequeños pedazos... Creo que por eso las casa de Valpo aún no se caen, porque aún habemos algunos locos, que entendemos la sinrazón de este puerto y que lo amamos tan de adentro, que seguimos acá, sin plata y sin razón. Así con el loco del coleto 6 que sigue subiendo sin sentido, sin plata y por puro amor a la wea... Entendí esta noche que sin duda está dentro. Viene de adentro y se te queda pa siempre....
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