domingo, 6 de septiembre de 2009

Back to childhood

Pensé que volver al lugar donde pasé los mejores momentos de mi infancia me dejaría un mal sabor de boca. No sabía qué tan equivocada estaba...

Aunque es cierto que mi realidad actual no tiene nada que ver con la niña bien portada que solía vivir toda clase de aventuras en el club, también es cierto que revivir los momentos en los que mi inocencia no me permitía darme cuenta de "la realidad" me dejó un dulce sabor de boca y reavivó mi esperanza, al tiempo que reafirmó la mujer que soy.

Es cierto que mi búsqueda de identidad me ha llevado por extraños y absurdos caminos, hasta el otro lado del continente y de vuelta a mi alma mater, pasando por inhóspitas incursiones en la vida familiar y la incansable e ingrata persecusión de una figura paterna que nunca es satisfactoria, sin embargo poco me he dado cuenta en este largo viaje de que la persona que soy, mi propia identidad se encuentra en las personas que están a mi lado y que han permanecido con los años conmigo, en las personas con las que me formé y crecí, en mi familia y los amigos que me han enseñado a sentir, a creer y a vivir, más a allá de sus errores y nuestras diferencias.

Parece que empiezo a encontrar a la persona que creía perdida y que sin saberlo, me gritaba desde todas partes: "Aquí estoy, donde siempre he estado".

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